A una rosa le ha tocado ser una rosa. Y pienso yo que se apreciará. Se amará con su olor, entristecerá cuando no tenga pétalos, se divertirá viendo caras sorprendidas al ser regalada y le harán sentirse realizada, válida, amada. El ego de una rosa al ser comprada por su belleza le hará gozar. Esa semana vivida en un blanco jarrón regado será feliz al verse observada, olida, agradecida de ser ella misma. Pienso yo que a una rosa le gusta descubrirse, descapullarse. Pienso yo que a una rosa le gusta ser espurgada, amada. Pienso yo… Una forma de hacerme el amor. SUN.